jueves, 13 de junio de 2013

¿Por que nos enamoramos/desenamoramos?


          NEUROCIENCIA Y AMOR


La neurociencia es un conjunto de disciplinas que estudian la estructura y la función del encéfalo, así como el comportamiento biológico. Se trata de una disciplina prácticamente nueva que surgió debido a la importancia que tiene la investigación del sistema nervioso. 

El estudio biológico del cerebro es un estudio que abarca gran diversidad de disciplinas y se detiene a estudiar diferentes niveles, desde lo puramente molecular, pasando por neuronas individuales,redes difusas de neuronas, corteza cerebral... hasta el nivel mas alto del sistema nervioso.

En este estudio nos centraremos en la relación que hay entre el cerebro y el gran sentimiento del amor e intentaremos responder a la pregunta: ¿Porque nos enamoramos/desenamoramos? Bien, vamos a empezar a investigar.


Desde el punto de vista bioquímico, el enamoramiento comienza en la corteza cerebral. Posteriormente pasa al sistema endocrino y se transforma en una respuesta fisiológica y en cambios químicos originados por la segregación de dopamina en el hipotálamo.

Todo comienza con una atracción física seguida por una atracción personal. El enamoramiento se dispara cuando existe el conocimiento o sospecha de que hay o puede haber reciprocidad (atracción mutua),

Las características principales del enamoramiento son sintomáticas. Por eso varios científicos sociales han construido una serie de modelos teóricos que describen y explican el enamoramiento.

Cuando uno se enamora sufre las siguientes reacciones:

Intenso deseo de intimidad y unión física con el individuo.
Deseo de reciprocidad, que la otra persona también te desee.
Temor al rechazo.
Frecuentes pensamientos del individuo que interfieren en su actividad diaria.
Pérdida de la concentración.
Fuerte actividad fisiológica ante la presencia del individuo.
Tiene como único centro de atención al otro individuo.
Idealización del individuo.

Elementos que intervienen en el enamoramiento

Psiquiatría: Durante al menos la primera fase, el amor es una reacción química. Una sustancia de nuestro cerebro llamada feniletilamina. Esta sustancia obliga a segregar dopamina cuyos efectos son parecidos a las “anfetaminas” que producen el estado de euforia natural cuando estamos con nuestra pareja.

Genética: los humanos al ser animales, llevamos en nuestros genes el instinto de procreación.



Un reciente meta-análisis realizado por la investigadora Stephanie Ortigue, de la Universidad de Syracuse, en Nueva York, revela que enamorarse no sólo puede provocar una sensación de euforia parecida a la vinculada al consumo de cocaína, sino que también afecta a las áreas intelectuales del cerebro. Además ha calculado que el fenómeno popularmente conocido como 'flechazo' tarda aproximadamente un quinto de segundo en surtir efecto.cuando una persona se enamora, hasta 12 áreas del cerebro trabajan conjuntamente para liberar las sustancias químicas que inducen euforia, como la dopamina, la oxitocina, la vasopresina o la adrenalina. Y que "diferentes tipos de amor implican a distintas áreas cerebrales".



De momento esta investigación apunta a que los causantes del enamoramiento sean una serie de sustancias químicas  y hormonas segregadas por el hipotálamo.



Que los sentimientos amorosos no se forman en el corazón sino en el cerebro, es algo que la ciencia ha demostrado hace tiempo. ¿Pero dónde exactamente? Científicos de la Universidad de Concordia, en Canadá, han dado con la respuesta. Y aseguran que prácticamente coincide con el área cerebral donde reside el deseo sexual.
La región activada por el deseo sexual es la misma que se pone en marcha ante estímulos que causan placer inmediato como el sexo y la comida. Sin embargo, el área vinculada al amor está implica en procesos de condicionamiento mediante los cuales a aquellas cosas que nos generan una recompensa se les atribuye un valor, convirtiendo el deseo en amor. 

A modo de conclusión, podemos decir que nos enamoramos por una atraccción física que hará que segreguemos una serie de sustancias qímicas que evolucionaran a amor por la sensación de reciprocidad.